He intentado resistirme a escribir este post, pero si no quería que me considerarais una nutricionista de pacotilla, no me quedaba otra que hablar de los kilos de más que aparecen en enero. Me explico, en las últimas semanas, varias son las noticias o artículos que tratan, a modo de premonición, sobre como compensaremos en enero las navideñas fechorías nutricionales, incluso semanas antes de comenzar Navidad, y seguro es también, que antes de concluir la primera semana de 2015 aparecerán multitud de dietas depurativas y alimentos milagrosos.
Bien, mi opinión a este respecto es: por supuesto que pueden ser útiles consejos sobre como no pasarse, pero la Navidad no son más que unos días de los 365 que tiene el año, por lo que lo ideal es adquirir, durante todo el año, unos hábitos adecuados sobre alimentación y estilo de vida que nos permitan, que al llegar estas fechas salgamos de ellas indemnes. Está muy bien tener como propósito para nuevo año bajar unos kilos y mantenernos en forma, pero eso sólo estará bien conseguido si ese propósito no encabeza también lista de 2016, 2017, 2018… Eso querrá decir que las siguientes Navidades se disfrutarán de forma natural sin pesar ni un gramo de más.
Por el momento está visto que no me va a quedar otro remedio que dar unas recomendaciones para estas fechas, y ya en 2015 nos ponemos en serio. Si el resto de los días del año, no pasamos hambre, ¿cuál es la necesidad de comer estos días hasta rozar la indigestión? En cuanto una persona se da cuenta de esto y es capaz de valorar cada plato, verá cuanto más se disfruta la comida de esta manera
- Aprovecha, si es el caso, la mayor disponibilidad de tiempo libre, y haz más ejercicio, apúntate a la San Silvestre de tu ciudad, acude a las compras navideñas andando, y si todo esto no es posible por falta de tiempo, siempre puedes sacar a la suegra a bailar uno o dos villancicos.
- Los días libres de comilonas procura comer lo más «limpio posible«, da vacaciones a los cocidos o las frituras, es como si ahorráramos para lo que inevitablemente se avecina.
- Fija un máximo de excesos: es decir, cada uno sabemos cuando nos pasamos o cual es nuestro punto débil, pues una vez alcanzado el límite no pasar ni uno más.
- Favorece el consumo de líquido (agua, sopas, infusiones, frutas acuosas), un mejor estado de hidratación reducirá los estados de «resaca» y nos ayudará a «comer menos».
- No dejes de hacer las 5 comidas diarias hará que llegues al convite con menos hambre.
Si eres el encargad@ de preparar alguna de las celebraciones estas medidas podrán ayudaros a ti y a tus comensales:
- La primera y más importante es: planifica un menú saludable y en cantidades razonables.
- Procura siempre unas guarniciones saludables para carnes o pescados. Algunas ideas pueden ser: compotas naturales de fruta, verduras a la plancha o cocinadas al dente, fruta a la plancha (pera, piña…).
- Sustituye alguna de las salsas por las ideas anteriores, o si te decides por acompañar de salsa, que sean elaboradas en casa, el sabor de una salsa casera de Cabrales, a la pimienta, o un sirope de frutos rojos por ejemplo distan mucho de las comerciales, y además nos ahorraremos un montón de azúcares, grasas y aditivos por el camino.
- Intenta no cocinar muy salado, ya que en este tipo de comidas la forma de hidratarse suele llevar graduación alcohólica.
- Entre los entrantes incluye siempre una ensalada, un pastel de verduras, o algún montadito o tartaleta cuya base sea la misma.
Acaba la comida con fruta, puede preparase de forma especial: en macedonia o en brochetas, pero huyendo del siempre recurrente piña y melocotón en almíbar y por supuesto negativa total a postre. Si ya la comida ha sido abundante, si además se le añade una bandeja de dulces típicos navideños, tomar otro postre más es demasiado. Este punto nos ayudará además a aligerar digestiones pesadas, gases… Otra forma de incluir la fruta es en los clásicos sorbetes de fruta, tradicionalmente usados entre platos. Os doy una idea, en vez del típico de helado de limón, usa fruta fresca y congelada (mandarina, limón, naranja, melón…) y tritúralo junto al champan en la licuadora.
Calcula el momento en el que se pone la bandeja turrones y compañía, ya que habitualmente suelen ser testigos de nuestras sobremesas y acabamos comiéndolos, sólo por tenerlos en frente.
- Muchas veces los culpables no son los festivos, si no las sobras para los días de después, que acaban solapando una fiesta con otra, para ello cocina sólo lo que se vaya a consumir y así dejar el resto de semana para comer de forma más ligera.
Llegado a este punto una de dos: o habéis cerrado la ventana para no seguir leyendo, o habéis sonreído al reconoceros en alguno de los puntos. Si escogisteis la primera opción, en el 2016 bajar de peso volverá a copar la lista de buenos propósitos, pero como no lo vais a ver porque habéis dejado de leer… (no diré ya te lo advertí). Si sois de los segundos espero que os haya ayudado a comenzar un camino solo de ida que empiece en 2015 y se mantenga.
¡FELICES Y DIGESTIVAS NAVIDADES! Y UN ¡PRÓSPERO Y SALUDABLE 2015!