AHORA SE LLEVAN CULONAS

Según la RAE, el primer significado para modelo es: Arquetipo o punto de referencia para imitarlo o reproducirlo. 

Después de años luchando para desterrar el canon de belleza femenino, en el que impera la delgadez y la ausencia de curvas, cuando parecía que teníamos la batalla ganada, aparece una nueva moda: cambia en formas (nunca mejor dicho), pero no en contenido. Ahora toca presumir de curvas desproporcionadas (cintura de avispa y glúteos sospechosamente marcados y elevados),  nos hemos pasado al bando de los implantes de glúteos o los ejercicios para «lucir un culo perfecto». El caso es, que sea cual sea el modelo elegido, ninguno parece que tenga mucho que ver con la belleza y el bienestar real.

Desfile de Victoria's Secret 2014
Desfile de Victoria’s Secret 2014

Los hombres me vais a permitir que dedique el post de hoy a las mujeres, quizá sea un error por mi parte, ya que los cánones para vosotros no son menos irreales, pero tendréis que reconocer que la presión social que durante siglos se ha ejercido sobre la belleza de las mujeres, es claramente superior. Os pondré un ejemplo, ¿verdad que os parecería una barbaridad ver un anuncio de galletas hecho por y para niñas, por tener un contenido en grasa reducido, que les invitara a consumirlas para sentirse mejor con ellas mismas? Si, es una barbaridad distinguir entre un niño y una niña, pero, ¿porqué aceptamos como algo habitual ver a mujeres adultas de talla 34, invitándonos a consumir un yogur más saciante o un embutido con menos grasa, en vez de utilizar a chicos de barriga cervecera para decirnos lo mismo? Pero no os preocupéis, como siempre pasa tenderemos a la igualdad mal entendida, y en vez de eliminar este tipo de mensajes, pronto tendremos al chico comiendo la misma mustia, pechuga de pavo.

Al tímido cambio en el canon de belleza femenino se le suma un nuevo fenómeno: «¡las modelos de talla grande!», como si fuera extraordinario que una mujer fuera bella a pesar de tener más de una talla 38. No señores, una mujer si es bella, lo es y punto, a pesar de nada, guapa simplemente. Mientras no dejen de ser modelos de talla grande, para ser simplemente modelos o sigan existiendo tiendas de «tallas especiales», todo va a seguir igual.

Imagen del perfil de Instagram de la modelo Tess Holliday
Imagen del perfil de Instagram de la modelo Tess Holliday

El punto discordante y desproporcionado de todo esto, llega cuando la semana pasada sale a la palestra la imagen de una modelo estadounidense llamada Tess Holliday, cuya bandera es tener un peso de 120 kilos. La agencia de publicidad que ha descubierto su talento se vanagloria de no haber tenido nunca una modelo de tales dimensiones. Entonces, ¿qué hacemos, nos decantamos por las modelos de extrema delgadez que desfilan en pasarelas como las de Victoria’s Secret, o nos quedamos con este nuevo modelo de belleza? Ninguno de estos dos ejemplos son una muestra de un estado nutricional saludable y ninguno debería de suponer el arquetipo o referencia para nadie. Resulta tan insalubre una modelo que está claramente por debajo de su peso (hay quienes tienen un peso inferior y su salud está en perfectas condiciones, incluso se empeñan por aumentarlo, simplemente son delgadas), como la de alguien con un claro problema de obesidad, que desde luego dista muchísimo de la salud. Demagogias aparte, la imagen de una persona que en no muchos años, podría sufrir problemas osteoarticulares, metabólicos, cardiacos, respiratorios, etc, no puede ser la que se utilice para reivindicar la belleza de la mujer real, el mensaje que se manda a la sociedad es, de nuevo erróneo.

IMC (índice de masa corporal)
IMC (índice de masa corporal)

Hace unos años, seguro recordáis, que en la pasarela Cibeles se calculaba el IMC (índice de masa corporal) de las modelos para permitirles o no desfilar. Entonces, todo el mundo aprendió a calcular el suyo y saber si estaba dentro de los valores de normopeso o no. Hoy en día en una consulta de nutrición pocos son aquellos a los que tienes que explicarles este concepto, y es que popularizar este índice, que ni siquiera los profesionales consideramos como un parámetro absoluto, tiene sus riesgos.

Este sencillo cálculo es útil, por su rapidez y por estar testado y documentado, pero su resultado no es extensible a todos. Hay para quienes su peso saludable, se encuentra por debajo o por encima de estos valores, ya sea por su complexión, por la relación de masa magra- grasa, por su edad, o por todas estas razones juntas, no puede considerarse como único medidor del estado nutricional de una persona. Eso no exime al hecho de que encontrarse en el escalón del sobrepeso o bajo peso, y más aún en obesidad (en sus distintos niveles), está al margen de bellezas y cuestiones superfluas, pero sobretodo deja al margen la salud.

Por tanto, ni una agencia de modelos orgullosa de la exclusividad de las medidas de sus fichajes, ni unos diseñadores cuyo abanico de tallas abarca desde la 34 a la 38, ni unos publicistas de alimentos  de productos alimenticios de color rosa, azul claro o similar tienen que venir a decirnos a la sociedad en general, y a las mujeres en particular, cual es nuestro peso ideal, o si la belleza es: gracias, o a pesar de nuestro peso.

 

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